Villarreal 1-3 Real Madrid



Dos goles de libre directo de Cristiano Ronaldo dieron la victoria al Real Madrid en El Madrigal ante el Villarreal y permitieron al delantero portugués superar el récord goleador de la Liga, al superar con 39 los 38 tantos que en su día anotaron Telmo Zarra y Hugo Sánchez.


Sin embargo, el 1-3 del marcador final no reflejó lo que pasó sobre el terreno de juego, en un partido que estuvo más cerca del empate, tras una gran segunda parte del Villarreal que no mereció tanto castigo.


Salió mucho más metido en el partido el Real Madrid, ante un Villarreal muy retrasado en su campo, y suya fue la posesión desde los primeros compases del choque. Con un Cristiano Ronaldo muy activo el conjunto madrileño buscó el gol desde el inicio, pero el portugués, algo precipitado, marró sus primeras opciones.


Por el bando local, Rossi acaparó todo el peso ofensivo de los suyos y gozó de la primera gran ocasión de su equipo en un mano a mano escorado con Casillas que ganó el italiano pero su centro para que Marco Ruben marcara a placer fue interceptado a última hora por Pepe, quien evitó el gol local.


Del posible 1-0 se pasó al 0-1 en menos de un minuto, tras una buena contra del Madrid en la que Kaká, el mejor de su equipo en la primera parte, habilitó perfectamente a Marcelo, quien de vaselina batió a Diego López.


La puntilla la puso Cristiano Ronaldo, apenas cinco minutos después, al transformar un libre directo que le permitía elevar a 38 sus goles en Liga.


Tras el 0-2, la decoración del partido varió. El Real Madrid cedió el balón al Villarreal y buscó el contragolpe como principal argumento ofensivo para buscar un tercer tanto que cerrara el partido, aunque se llego al descanso sin más sobresaltos porque éstos se los reservó el cuadro local para la reanudación.


El Villarreal salió del vestuario transformado y puso contra las cuerdas al Real Madrid. A los cinco minutos Cani recortó diferencias en el marcador y apenas un minuto después el jugador aragonés sirvió un balón perfecto a Marco Ruben, pero el argentino estuvo lento y Ramos le impidió rematar.


El partido se fue calentando, sobre todo por parte de los jugadores del Villarreal con el arbitraje de Undiano Mallenco y de su asistente Fermín Martínez, quien se encaró con varios jugadores locales y fue empujado por Cani.


Ante el colapso de juego en el que había entrado su equipo, Mourinho dio entrada a Di María y Ozil para tratar de reactivarlo, mientras que Garrido echaba más madera al fuego con Nilmar, su tercer delantero sobre el terreno de juego, para tratar de buscar el empate.


Aunque los contragolpes madridistas desprendían más peligro con la entrada de estos jugadores, el partido siguió siendo del Villarreal que buscaba con ahínco la meta de Casillas pero fue Ronaldo quien en el tiempo de prolongación vio puerta, de nuevo en un libre directo, cerró el partido y consiguió su récord.


Barcelona recibió la Copa de campeón



El FC Barcelona ha celebrado por todo lo alto el título de Liga tras recibir la Copa de campeón de Liga de manos del presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, acto que se ha celebrado a la conclusión del encuentro contra el Deportivo (0-0).



Carles Puyol y Xavi Hernández han sido los encargados de recoger el preciado trofeo, que por vigésimo primera vez recibe el club catalán, y lo han acercado al centro del campo donde estaba toda la plantilla azulgrana y cuerpo técnico.



Después de la fotografía de rigor, el grupo barcelonista ha dado la vuelta al campo para festejar con sus seguidores el trofeo, mientras que los jugadores iban repartiendo regalos a los socios.



Un castillo de fuegos artificiales debía poner punto y final a la fiesta ante un Camp Nou entregado, pero los jugadores se han animado a hacer un inmenso círculo en el centro del campo y han colocado la Copa justo en el centro, alrededor de la cual han bailado al son del himno del Barça.



Al final, una nueva fotografía de grupo y los jugadores se han recogido hasta los banquillos donde han realizado el pasillo de honor al equipo técnico, encabezado por Pep Guardiola, devolviendo el que éstos realizaron a los futbolistas el viernes cuando el Barça celebró por la ciudad la Liga, con un final de fiesta en el Camp Nou.



LOS JUGADORES LANZAN PIMIENTOS
Los jugadores del FC Barcelona lanzaron pimientos a los socios y aficionados en el Camp Nou mientras dieron la vuelta de honor con la Copa de Campeones, una acción que intenta apoyar una campaña de publicidad impulsada por uno de los patrocinadores de la entidad.



La palabra española pimiento es 'pebrot' en catalán, y en la jerga catalana es habitual su utilización para referirse al valor o al coraje con la frase "amb dos pebrots", cuya traducción en el argot castellano alude a los atributos masculinos.



La idea de la empresa Nike ha sido recuperar esta frase catalana "amb dos pebrots", y que alude a los atributos masculinos, para popularizarla en una campaña que hoy, en la celebración de la Copa por parte de los jugadores, se ha traducido en el lanzamiento de pimientos por parte de los jugadores a los socios.



Además, Nike ha lanzado el eslogan "A Wembley, amb dos pebrots", animando tanto a jugadores como aficionados a unir fuerzas para la final de la Liga de Campeones que el Barça jugará contra el Manchester United el día 28 de mayo en el estadio londinense de Wembley.



Por otra parte, el club catalán comercializa una camiseta azul marino conmemorativa de la Liga que ha obtenido este año con estrellas en la parte anterior y con dos pimientos en la posterior, una azul y el otro grana, con la frase: "El valor de tener valores".



Boca Juniors 2 - 0 River Plate



En una ráfaga de tres minutos Boca Juniors estableció una diferencia de 2-0 que resultó inamovible y se quedó con un clásico que hunde aún más a River y le da una digna despedida a Martín Palermo, autor del segundo tanto, a un mes del retiro.


Un blooper de Juan Pablo Carrizo a los 28 minutos del primer tiempo, y un cabezazo de Palermo de emboquillada, dos minutos después, sellaron el pleito para la celebración boquense en La Bombonera.


Distó de ser una gran producción del equipo de Julio Falcioni, que tuvo el mérito de aprovechar su momento y después mantener la diferencia frente a un rival que se vio perdido cuando parecía que empezaba a mandar en el juego y nunca encontró la reacción que necesitaba, sufriendo un duro revés que complica su situación en la tabla de promedios y parece alejarlo definitivamente de la lucha por el título.


Habían transcurrido más de 25 minutos y prácticamente no había habido trabajo para los arqueros, pero River se insinuaba mejor porque ganaba la mitad de la cancha, con volantes más dinámicos, con Lamela muy movedizo mientras que Boca daba ventajas por el costado de Chávez y Clemente Rodríguez y no ofrecía seguridad en el fondo.


De todas maneras, no hubo riesgos para Lucchetti porque Funes Mori estaba a contramano del partido y Pavone estaba enredado en una lucha personal con Insaurralde, que lo alejaba del juego.


Boca no avanzaba porque Riquelme no tenía contacto con la pelota pero una corrida de Mouche terminó en corner por rebote en Leandro González Pirez -entró por Jonatan Maidana, lesionado-.


De inmediato Mouche tiró el corner, Monzón saltó y Carrizo, que estaba mal parado y molestado por Chávez, en su intento por despejar con un manotazo metió la pelota en su arco y puso en ventaja a Boca.


Apenas dos minutos más tarde y en otra pelota de jugada parada, el fondo de River salió mal y cuando Somoza devolvió el balón al área, Palermo, sin marca, cabeceó por encima de Carrizo y anotó el segundo.


Así Boca sacó una ventaja impensada minutos antes y habiendo hecho muy poco, pero hasta el final de primer tiempo controló el partido porque River perdió seguridad y recién en el minuto 42 produjo su primera jugada de riesgo concreto cuando al paraguayo Román le quedó la pelota en el área tras un corner y su zurdazo originó una buena respuesta de Lucchetti.


En los primeros diez minutos del segundo tiempo River tuvo cuatro llegadas: un cabezazo alto de Lamela, un tiro libre también de la joven promesa "millonaria" que salvó Lucchetti, un cabezazo de Pavone que rechazó el arquero a los 6, y una acción en que el delantero de Tres Sargentos picó ante el guardavalla que salvó Monzón para salvar. Fue el último testimonio de presencia de River en el área rival porque después chocó permanentemente, no logró desequilibrio y quedó muy expuesto a los contraataques.


Boca pudo haber aumentado en el minuto diez cuando Mouche ganó en el mano a mano con Carrizo pero remató desviado, y en otra corrida de Mouche a los 17 con remate que el arquero desvió al corner.


Si Boca hubiera tenido precisión para aprovechar todos los espacios que se le ofrecían pudo haber llegado la goleada pero no lo hizo y los últimos 25 minutos de juego se jugaron prácticamente sin problemas para los arqueros.


El espectáculo se afeó en el final con un incidente que protagonizaron Clemente Rodríguez y Matías Almeyda, expulsados ambos y con una actitud del capitán de River impropia de un jugador de su experiencia al besar la camiseta frente a los hinchas xeneizes, que no puede ser explicada ni siquiera por el difícil momento en que se encuentra su equipo.


Martín Palermo, reemplazado cerca del final se llevó la mayor ovación de la tarde y por cierto que le corresponde al máximo goleador de Boca frente a River considerando partidos oficiales y amistosos.

Napoli 1-1 Inter Milan



En el cierre de la trigésimo séptima jornada del Calcio, la anteúltima del campeonato, Nápoli e Inter empataron en el estadio San Paolo por 1 a 1, con goles de Samuél Eto'o y Juan Zúñiga.

De esta manera, los nerazzurri aseguraron matemáticamente la segunda posición del campeonato, que ahora ocupan con 73 puntos, mientras que el Burro cosechó su 69ª unidad, que le garantiza la tercera plaza y el relativo acceso directo a la UEFA Champions League.

Fue un desafío con dos caras: la del primer tiempo fue bella, emocionante, con ambos equipos jugando un buen fútbol y enfrentándose por el triunfo. La del segundo fue un poco más aburrida, porque los dos cuadros parecieron conformarse con el empate y raramente se ofendieron con determinación.

Com dicho, el primer tiempo fue emocionante: primero Lavezzi protagonizó una gran jugada, pero no alcanzó a rematar cómodamente, enviando el balón entre las manos de Julio César.

Luego fue el turno de Eto'o, quien avisó lo que iba a pasar poco más tarde, tomando la puntería y rematando alto desde unos 25 metros.

El match estaba de ida y venida, a veces sin que los atacantes lograran exigirlos a los arqueros rivales, pero sobre todo por mérito de las atentas y eficaces defensas. Nápoli, fundamentalmente, trabajó en la amplitud de la cancha, alargando a menudo el juego para crear espacios y para llegar con facilidad a tirar centros.

La visita, en cambio, prefirió apuntarle a las contras, que casi siempre pasaron primero por el medio, encontraron un apoye lateral y regresaron por las vías centrales. La posición muy central de Maicón en muchas ocasiones fue un ejemplo evidente de ese esquema.

El primero que logró anotar fue Inter: como dicho, Eto'o ya estaba tomando la puntería. Así, cuando al cuarto de hora retrocedió de algunos metros para recibir el buen pase hacia atrás de Milito, no tuvo problemas en despachar, sin recorrida, un derechazo letal que se metió a lado del poste a la derecha de De Sanctis a unos cien kilómetros horarios, saliendo desde 25 metros exactos de distancia.

Realmente un golazo, el 35º de la temporada del africano, quien está a un sólo gol de su récord personal y a tres del récord histórico de anotaciones en una campaña de un jugador de la Serie A italiana (lo detiene Gunnar Nordahl).

Nápoli, de la mano de un Lavezzi realmente muy inspirado y motivado, salió a la búsqueda del empate, que rozó en un par de ocasiones, en las cuales, otra vez más, defensa y arquero nerazzurri se demostraron muy atentos.

En mientras, el conjunto milanes rozó el segundo gol, primero con un derechazo de Milito que Arónica alcanzó a tocar con la suela del botín, para desviar el balón al córner, y luego con un remate con comba hermoso de Maicón, que se estampó sobre la base del palo a la izquierda del arquero local.

Al final, justo al primer y último minuto de descuento de la primera etapa, llegó el 1 a 1: la jugada del gol fue muy confusa, puesto que hubo una serie de rebotes, luego Maggio alcanzó a tocar de cabeza sobre la línea y puso la pelota en el medio, para recogerla nuevamente en el área tras una carambola y dejársela ahí a Zúñiga para un gol fácil con el arco libre.

El comienzo del complemento ilusionó un poquito, porque enseguida De Sanctis tuvo que inventarse una especie de milagro para sacarle un remate increíble a Milito, quien realmente merecía anotar en la ocasión.

También hubo un par de maniobras ofensivas del Burro, que parecía quererlo ganar, pero rápidamente los dos equipos se conformaron con el resultado, casi más preocupados de perder el desafío que con ganas de ganarlo.

Así, en lo que quedó del tiempo los dos equipos se equivalieron sobre el plano físico y táctico, para terminar festejando juntos las posiciones que les dan un aspecto más que digno a sus respectivas temporadas